lunes, 23 de julio de 2007

Era un día espléndido, un día de primavera monumental. Desde muy temprano mis padres se pusieron de pie. Yo, ya me había despertado pero me hacía la dormida. Escuchaba todo el trajín, el ir y venir; ese ambiente festivo que ya conocía porque el año pasado sucedió algo parecido, sólo que en ese entonces como, lógicamente, estaba más chica y no entendía todavía ese placer que provoca la sorpresa y no estando enterada lo arruiné todo al despertarme al menor indicio de lo que ocurría. Por eso me he prometido que este año sería diferente, por más que la curiosidad me atormentara, yo, yo seguiría fingiendo dormir profundamente. Aunque de vez en vez abriera un poquito los ojos para asomarme un poco a lo que se avecinaba.

Mi papá dice que ya estoy grande, que soy la mejor hija del mundo, que soy la mas bonita, que cuando crezca me sobrarán admiradores. Jajajaja, lo que no sabe, el pobre, que los niños ya se pelean por jugar conmigo.

Me llama mi cachorrita y yo lo disfruto, por eso le digo que es el mejor papá del mundo.

Hoy es veinte de junio y me desperté pasadas las siete. Al escuchar las mañanitas cantadas por ese ratoncito Topo Gigio, creo que le llaman. Es mi padre que puso la canción en la computadora porque cumplo siete años. Yo lo abrazo y le doy las gracias por el regalo que me da y le cuento que tuve un sueño muy bonito. Soñé que todavía estaban juntos mamá y papá como el año pasado. Entonces me explica cosas que ahora no entiendo, razones que los adultos tienen para irse cada uno por su lado.

Mientras, dice él, me he ganado un “tormento chino” que consiste en hacerme cosquillas hasta palidecer y ya no les cuento más porque me gana la risa, jajajajajaja.

viernes, 20 de julio de 2007

Chantajes meláticos


Le he prometido a Dios muchas cosas, entre ellas ayudar a la gente que mas sufre en el mundo; a los niños y niñas que viven en las calles, a los viejos que no tienen techo, a los pobres todos, ellos necesitan de alguien como yo. Bueno, yo cumpliré mi trato siempre y cuando me gane el melate. De otra forma no veo como hacer esto realidad. Él, Dios, sabe que sin su ayuda me será imposible consumar todo esto que llevo muy dentro de mí.

Ya es jueves y veo con tristeza que no salieron mis números en el sorteo de ayer, seguramente por que Dios no existe. Solo así justifico que a una persona tan buena como yo se le niegue acceder al primer premio. No sé, creo que para el próximo concurso ya no voy a prometer nada. Aunque el fondo, pienso, que si él existe sabe que de todas maneras voy a cumplir las promesas que le he hecho.

Hoy es lunes. Voy a la agencia de pronósticos desde muy temprano, tengo fe en que ahora sí me he ganado el primer lugar. Ni un solo número he acertado. La desilusión otra vez.

Me siento solo, sin Dios y sin dinero.

jueves, 19 de julio de 2007

La Pereza


Era un hombre tan, pero tan perezoso que se estaba muriendo porque no quería comer. Inútiles eran los esfuerzos, primero de su esposa, después de su madre y por último del médico. El hombre era ya un costal de huesos, su cuerpo lucía esquelético. Argumentaba que mover la mandíbula le daba flojera, que no valía la pena el esfuerzo, si morir era consecuencia de su actuar o del no actuar, asumía la responsabilidad. No quería entrar en discusiones filosóficas sobre su conducta, ya que esto lo cansaba.

Mientras les cuento esto, él decidió dejar de respirar.

miércoles, 18 de julio de 2007

Confusiones (relatos cortos para ti)


Ayer fui a la biblioteca del Jaime Sabines, como siempre cada vez que puedo, la presentación de un libro fue el propósito. Un señor de nombre José Luís Castro, que no es mi pariente por cierto, presentó su obra al público. Entre la gente te miré en las sillas de adelante. No sé si haya sido cierto o me estoy volviendo loco. Seguramente te imaginé en este espacio atrapada, pero seguro de mí en ese instante corrí a tu encuentro:
-¡Hola, Vero!, ¿cómo estás?
-Oiga señor, ¿a quien le habla? Respondió mal humorada, su voz cortante y seca me sacaron de la duda. Su tono no correspondía a como te imagino. Un disculpe fue mi respuesta, apenas entre dientes. Realmente avergonzado de confundirte con un ser ahuecado.

Uno entre cientos

La plaza comercial atestada de seres que van y vienen, cada quien buscando su destino, su propio destino. Alcanzo a mirar el destino de una de estas personas; el puesto de helados, que dulce meta, digo, pienso, sonrío. Mientras deambulo de aquí para allá, buscándote, sin encontrarte. ¿Será por que no te conozco? Me dicen que para que seas buena tienes que costar un tanto más que el promedio. Me deprime. No tengo tanto dinero. A menos que haya facilidades, surge la esperanza. Estoy buscando una tele y no a vos, aunque la realidad me confunda y te mire en la pantalla del aparato de comunicación.

Demagogia

No sé por qué la gente de va de Chiapas a los Estados Unidos. La verdad no lo entiendo, la mayoría tiene un trabajo estable y bien remunerado, con todas las prestaciones de ley. Si que somos ingratos muchos chiapanecos, miralo que dejar un salario de $1,850.00 mensuales para vivir la incertidumbre que representa afrontar otra cultura, sin contar los riesgos que la travesía conlleva, eso si es ser malagradecido con el pueblo que te vio nacer. Y menos lo entiendo, cuando miro todas las oportunidades que existen. Te doy algunos ejemplos: bolero, chiclero, limpia parabrisas, etc. Bueno, si quieres algo mejor construye alguna plaza comercial, total los créditos son fáciles de obtener. Ya sabes como son los bancos; te dan un paraguas cuando hace un sol espléndido y te lo quitan en cuanto empieza a llover, esos sí son tipos a todo dar.

Pero para algunas mentes brillantes se les hace muy difícil entender las razones que los compatriotas nos lleva a cruzar el río Bravo, sobretodo cuando esos cerebros tienen tantos conocidos que les facilitan el andar en este campo hostil chiapaneco. Es cierto, lleno de bellezas naturales que sirven para que unos cuantos se hagan más ricos cada día y otros millones más pobres. Y no me salgan con esas patrañas que es una lucha de clases, no por favor, es una lucha de justicia, no entre si se es rico o no, es contra la corrupción que corroe la sociedad y que no la deja avanzar. Por eso sigue muy viva la sentencia “quien no transa, no avanza”.

Las demagogias alentadas desde grupos que les interesa perpetuar paradigmas que les permitan seguir con su modus vivendi; “es pobre porque no trabaja”, socorrida tantas veces por periodistas, que lo único que saben es perpetuar la idea desvirtuada del mexicano común.

Amor de gatos o el ciclo de la vida


Incursionando por el tejado va el gato desalmado, llora su amor desenfrenado, que una gata le robó.

Si lo escuchas en las noches no lo asustes a pedradas, mejor preséntale a otra gata -maquillada, que se asemeje a la malvada, que llorando lo dejó, esta también se irá cuando la luna la deje preñada.

Incursiona por el tejado el gatito barrigón, fruto del amor de aquella pareja deshecha, por la luna separada, en la mañana del seis.

Y la historia se repite, incursionar, llorar, amar, procrear y así hasta el fin.

La memoria

He contado esta historia varias veces pero nadie la ha creído, a veces hasta yo mismo dudo de su autenticidad, y es que a lo mejor porque ya han pasado muchos años desde que ocurrió. La memoria esa gran amiga, suele jugarnos malos ratos. Como cuando queriendo decir tu nombre pronuncié el equivocado. Con el rostro caliente intentando disculparme dije una mentira, sin darme cuenta mas me hundía. Entonces decidido dije la verdad, la verdad era que ya no te quería y el cuento tenía un fin.

martes, 17 de julio de 2007

Yerros

La mujer en la pista de baile, contoneándose sin parar, en una danza casi, casi animal. La multitud enardecida la clama sin parar, deseándola de forma patológica, poderla penetrar en ese instante, llenarse de esa agua que brota sin parar. Un tipo se levanta y la quiere tocar, no le da tiempo, una mano fuerte lo hace desistir, lo detiene justo en el instante en que se lo proponía. Se retira golpeado, humillado. Mientras en la pista no cesan los movimientos llenos de procacidad. Todo pasa en un segundo y yo estoy ahí. Buscándote a ti en un lugar equivocado.

Delirio

Tirado en un cuarto oscuro, escuchando esa vieja canción “…te quiero como nadie te ha querido, te quiero como nadie te querrá…” me siento estúpido al aferrarme a un ser desconocido, tan distante como tu. Me sobrepongo y cambio de sonido, ahora escucho “…la vida es una carnaval, la, la, la…” Pero con el nuevo sonido me imagino bailando contigo. Ahora ya no escucho nada, pero aún el silencio me recuerda a ti.