viernes, 9 de noviembre de 2007

Parece que fue ayer


…si se pudiera detener el tiempo y
nunca envejecer, sería fácil,
pero no es fácil ya lo ves…
Luís Fonsi



Cual mercancía te tasas, te etiquetas, te pones precios altos, lo vales –piensas. Te ofreces en la esquina, siempre al mejor postor. Ellos piden rebajas. Y tú te indignas, vales lo que pides, -vuelves a pensarlo.

La noche sigue yéndose. Un cliente más, se acerca y lo mismo que el que se fue; le pareces cara. Valgo lo que pido, valgo lo que pido, -te repites otra vez.

Un chiquillo, veinte, veintidós años cuando mucho, -calculas. La misma cantaleta. Quiere una mejor oferta, por lo menos la mitad de lo que tú pides. No, no puedes ceder, vales el triple, -lo piensas.

Él baja de un auto deportivo. Tiene buena pinta. Seguramente es un conocedor, se ve que le gusta lo mejor. Ahora no habrá pretextos, el precio no será inconveniente, -nuevamente te equivocas.

Una jovencita buscando pareja en esta noche fría. Cuando la miras te recuerda a tu hija, pero no, no es ella. Pide lo mismo: un mejor precio, “es que mis ingresos son bajísimos”, dice. Casi, casi cedes, ante el peso del argumento. Pero no, no, vales más, mucho más.

La noche pasa y todavía no te das cuenta que tus mejores años; también.

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