miércoles, 5 de septiembre de 2007

La muerte

Llegará un día en que me quede postrado, pero mientras tanto volaré hasta donde mis alas lo permitan. Con aire a favor o en contra, con calma o de prisa, sin que nada ni nadie me ate.

Mis miedos no serán un obstáculo, sino un aliciente que me lleve a correr los riesgos inherentes a cualquier jornada.

Cuando al final del camino mi cuerpo deje de respirar, mi corazón seguirá latiendo en los seres que he querido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fué mano.


La otra noche en que dos señores se veian con cara de pocos amigos disputando un resultado deportivo, uno decía firmemente que el triunfo de esa lid, se lo habían arrebatado a sus simpatizantes de la manera mas baja, ruín y mezquina.

Que eso que se hacía bajo la vestimenta de color oscuro, y como herramienta de escarnio tan solo dos tarjetones, el uno amarillo y el otro escarlarta.

probablemente se debiera a que segun el indginado y hurtado aficionado, era por motivos, de que el verdugo deportivo, no tenia ni la mas minima y aun remota idea de lo que es la justicia y de como se deben comportar los hombres cabales.

y que dejaba mucho que desear
que gente como esa, con diminuta progenitora, tuvieran la facultad de llevar a cuestas la consigna de determinar al vencedor y por consecuencia al perdedor.

somnolientamente y el tanto no molesto contrincante, compañero de andanzas y complice de fechorias tantas, su compadre,
asiente, esta bien ya calmate,
no, no tiene madre.

pero mira que ese arbitro
tan solo hace su trabajo.

es mas mejor ya vamonos
prometimos a la comadre
esta vez no llegar tarde.

el paso redoblado y el porte familiar, del personaje
vituperado, hace juego
con el traje que portaba mi compadre, en no se que foto.

umm si se parece,
oye Paco, no es tu hijo
quien este juego ha pitado?
oh. ah si mira hasta desde lejos
levanta la mano y hace señales
de estarnos saludando.
vaya!!!
lo bueno es que veniamos diciendo,
que ese gol fue un accidente,
y es mas hasta creo que fue mano.

vamonos compadre hay que descansar
que mañana nos habremos de levantar
temprano.