miércoles, 1 de agosto de 2007

Depresión

Escucho una canción triste y en el corazón la luna apagada. Es uno de esos días en que quieres mandar al diablo a todos, a la chingada, te da envidia la felicidad de otros, te entra una repugnancia por la vida, tratas de asirte de donde sea para sostenerte y de repente te das cuenta que tienes por quien vivir, a quien amar. Tratas de superarlo escribiendo estas pendejadas, gritándolo en el papel. La catarsis ayuda a sobreponerte, cinco o seis líneas después te sientes mejor, empiezas a cambiar de música tarareas algo más movido, que invite a bailar, y te das cuenta que ahora bailas con ella.

Si la movilidad te ayuda vas al gimnasio, jalas sin parar para llenarte de sudor, como si tu piel llorara contigo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

apéndice.


quiere decir que siempre despues de tanto, y tanto, pero tanto,
intentarlo,una y otra vez.

como siempre, acabas de cargarte razones, de esas que siempre
te sobran, que si la casa, que si el auto, que si tus amigas,
que si mis amigotes.

hay una cosa que yo no entiendo,
es que eres muy buena agiotista
por que todo lo que te he dado
con intereses me los ha cobrado.

o es que yo soy masoquista
y que me gusta esta vida
de desgraciado.

en fin, tu te vas y yo me quedo,
como siempre con el inventario,
ay cosas mas o cosas menos.

pero en el apéndice, entre unas viejas notas de mi dignidad
he encotrado, y veras que
esta suena bien.

.."que bueno que seas
tu la que se va,
de lo contrario,
de estar hoy vivo,
hace mucho
que me hubiera
ya largado".

Felices bodas.
1965-2006.
(fotografia del recuerdo)