
Cuando pueda llegar a Marte lo primero que hará será recorrer todo el territorio, explorarlo de la A a la Z, de norte a sur de oriente a poniente, cubriendo todos los espacios. Pero a él le gustaría hacerlo despacio, complaciéndose; sin prisas. Sabiéndose con todo una eternidad para reconocer y reconocerse en esas circunstancias tan especiales.
Algunos folletos históricos advierten sobre la certeza de que algunos seres humanos ya han estado en ese territorio, pero eso no le resta valor a este viaje, es mas, cree él le da una valor agregado para poder encontrar lo que los otros no pudieron ver.
Ahora, él mira desde la Tierra a través de la ventana del telescopio y adivina un lugar maravilloso. Los destellos son hermosos, llenos de vitalidad.
Aunque el viaje no está exento de peligros, -siempre que se sale de casa se corren riesgos, pero él está dispuesto a caminar de aquí a Marte y quizás quedarse por siempre ahí.
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